lunes, 26 de mayo de 2008

TESTIMONIO

Testimonio (Maternidad adolescente)
Anónimo


Llevaba dos meses de retraso en mi periodo y después de comprar una prueba de embarazo y hacerla los resultados eran completamente favorables para mí, era negativa. Sin embargo comencé a tener varios malestares como mareos y vómitos por lo que decidí hacerme la prueba de embarazo en un hospital, llevaba tres meses y medio de embarazo.
No sabía que hacer, “sólo tengo 18 años” me repetía una y otra vez, “¿Qué va a pasar con la escuela?, ¿Y mis papás?, ¿Qué van a decir?, ¿Qué me van a hacer?, ¿Y si Aaron me deja?”. Lo primero que hice fue hablar con mi novio, Aaron. El estaba dispuesto a apoyarme, a casarse conmigo, a cuidarme a mí y a nuestro hijo y no dejaba de pedirme que tuviera al bebé.
Por otro lado, mis papás me dejaron de hablar, no estaban molestos, más bien tristes, decepcionados, decían que era demasiado joven como para ser madre y en parte tenían razón. Jamás me he caracterizado por ser responsable, estaba acostumbrada a toda clase de lujos que definitivamente Aaron no podría darme, era caprichosa y mis amigas y mi novio eran lo único que me importaba. Para mis padres y para algunos de mis amigos “la otra opción”, abortar, era lo mejor para mí y el bebé que venía en camino.
Aaron habló con mis padres y les pidió que nos dejaran casarnos, consiguió dos trabajos, rentó una pequeña casa y dos meses después nos casamos por el civil y nos mudamos a la nueva casa. Es difícil ver como va cambiando tu cuerpo, ver como va creciendo tu panza y como tus amigos se alejan de ti o te apoyan. Hay todo tipo de reacciones y no siempre es fácil lidiar con eso, Aaron trató de apoyarme y hacerme sentir bien cuando tenía problemas o cuando me enojaba por estar demasiado gorda o fea.
Apenas hace tres meses nació David, afortunadamente no hubo complicaciones durante el embarazo y aunque su peso al nacer fue bajo, ahora está mucho más saludable.
A pesar de que no creo que quedar embarazada haya sido lo peor que me ha pasado en la vida, creo que de verdad deberíamos tomar en cuenta todo lo que nos dicen y enseñan en la escuela, somos demasiado jóvenes para adquirir responsabilidades de éste tipo, es más difícil salir con tus amigos e incluso estudiar.
En mi caso, puedo decir que ni mi novio ni yo nos cuidamos al tener relaciones sexuales, a pesar de conocer los diferentes métodos anticonceptivos, los ignoramos y decidimos enfrentar las consecuencias. Afortunadamente mis papás y mi novio me apoyaron, pero sé que en muchos casos eso no pasa, por lo que si en algún momento piensas tener relaciones sexuales es bueno que consideres si en realidad vale la pena y si decides hacerlo, protegerte de todas las formas en las que sea posible para evitar no sólo embarazos, también enfermedades.

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