No conocemos bien las actitudes y las relaciones que existen entre éstas. Sin embargo, disponemos de un perfil característico de la embarazada adolescente que aborta. La decisión de abortar es más habitual entre las adolescentes embarazadas que todavía están escolarizadas, que nunca han abandonado sus estudios. Obtienen buenas notas académicas y tienen altas aspiraciones profesionales.
El consumo regular de drogas y alcohol y las convicciones religiosas constituyen otras variables relevantes al respecto. Las jóvenes que consumen drogas probablemente optarán por el aborto, mientras que las adolescentes con creencias religiosas, lo más probable es que decidan tener a su hijo. Cuanto mejor establecidas y más fuerte sean sus creencias, mayor será su convicción de tener, cuidar y educar a su hijo.
En lo que se refiere a las diferencias étnicas, apenas si hay discrepancias respecto al aborto, En todas ellas la proporción de embarazadas adolescentes que abortan es muy similar. Puesto que el número de embarazos es mayor en la población negra, el número de abortos también será mayor. En términos relativos, los porcentajes son bastante parecidos.
El hecho de que se casen o no es una variable que predice bien la decisión de no recurrir al aborto. En efecto, entre las adolescentes que se casan durante el embarazo es menos probable que elijan el aborto. Por el contrario, las que no recurren al matrimonio, lo más probable es que opten por él. Según se ha podido saber, la decisión por esta segunda opción suele estar influida por la opinión de la pareja “novio”, que con frecuencia convence a la adolescente de que lo lleve a cabo.
La opinión de la madre y el hecho de que le ofrezca su apoyo o no, así como las de sus hermanos – en caso de tenerlos – e, incluso, la de sus amigos, son opiniones muy tenidas en cuenta y que hacen sentir su peso sobre la toma de decisiones por la adolescente.
Respecto de la posible influencia ejercida por las políticas sanitarias a este respecto, parece lógico inferir que tanto la legalización del aborto como la accesibliad a los servicios médicos donde éste se realiza, aumenta la probabilidad de que los adolescentes recurran a él.
Algunos autores apelan a variables de tipo socioeconómico e ideológico que, ciertamente, han de influir en la decisión personal de la adolescente. En las zonas más deprimidas económicamente, es donde con menor probabilidad se recurre al aborto. Por el contrario, áreas económicamente favorecidas suelen arrojar tasas más altas de aborto.Por otra parte, las adolescentes de ideología liberal respecto al aborto son las que con mayor frecuencia recurren a él en caso de quedar embarazadas, tanto antes como después de haber contraído matrimonio.
El consumo regular de drogas y alcohol y las convicciones religiosas constituyen otras variables relevantes al respecto. Las jóvenes que consumen drogas probablemente optarán por el aborto, mientras que las adolescentes con creencias religiosas, lo más probable es que decidan tener a su hijo. Cuanto mejor establecidas y más fuerte sean sus creencias, mayor será su convicción de tener, cuidar y educar a su hijo.
En lo que se refiere a las diferencias étnicas, apenas si hay discrepancias respecto al aborto, En todas ellas la proporción de embarazadas adolescentes que abortan es muy similar. Puesto que el número de embarazos es mayor en la población negra, el número de abortos también será mayor. En términos relativos, los porcentajes son bastante parecidos.
El hecho de que se casen o no es una variable que predice bien la decisión de no recurrir al aborto. En efecto, entre las adolescentes que se casan durante el embarazo es menos probable que elijan el aborto. Por el contrario, las que no recurren al matrimonio, lo más probable es que opten por él. Según se ha podido saber, la decisión por esta segunda opción suele estar influida por la opinión de la pareja “novio”, que con frecuencia convence a la adolescente de que lo lleve a cabo.
La opinión de la madre y el hecho de que le ofrezca su apoyo o no, así como las de sus hermanos – en caso de tenerlos – e, incluso, la de sus amigos, son opiniones muy tenidas en cuenta y que hacen sentir su peso sobre la toma de decisiones por la adolescente.
Respecto de la posible influencia ejercida por las políticas sanitarias a este respecto, parece lógico inferir que tanto la legalización del aborto como la accesibliad a los servicios médicos donde éste se realiza, aumenta la probabilidad de que los adolescentes recurran a él.
Algunos autores apelan a variables de tipo socioeconómico e ideológico que, ciertamente, han de influir en la decisión personal de la adolescente. En las zonas más deprimidas económicamente, es donde con menor probabilidad se recurre al aborto. Por el contrario, áreas económicamente favorecidas suelen arrojar tasas más altas de aborto.Por otra parte, las adolescentes de ideología liberal respecto al aborto son las que con mayor frecuencia recurren a él en caso de quedar embarazadas, tanto antes como después de haber contraído matrimonio.
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